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Muchos de nosotros crecimos pensando que amor y dolor eran dos caras de la misma moneda. Eso nos decían las películas románticas de Hollywood y las canciones
Alfonso Casas nos enfrenta a nuestro bestiario particular en MonstruosaMente, demostrando en sus pßginas que, cuando les miras a la cara, tus monstruos no asus
